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miércoles, 7 de marzo de 2012

!PARACAIDISMO UNA AVENTURA INOLVIDABLE!

La ilusión de volar

¿Quién no ha soñado alguna vez con volar?

Todos nos hemos visto en algún sueño surcando los aires con los brazos abiertos, atravesando nubes o rasando el suelo como Peter Pan, sintiendo esa de libertad que es casi imposible conseguir. Y digo casi, porque ahora si que podemos conseguirlo.

Saltando desde un avión podemos volar con nuestras “alas”, no son perfectas pero si que nos lo permiten, aunque este sea un vuelo descendente, pero vuelo a fin de cuentas. Nuestros brazos y pernas extendiéndolos y flexionándolos nos dan en el aire el control necesario para mantener nuestra orientación y nos permite hacer todo tipo de maniobras, pero no nos permiten aterrizar y para esto la tecnología nos ha dotado de unos magníficos aparatos que nos llevan hasta el suelo con total seguridad, los paracaídas.



Gracias al paracaidismo hemos podido despegar del suelo los pies en la forma que mejores satisfacciones nos puede proporcionar, practicar la caída libre nos da la posibilidad de hermanarnos con el aire levantando nuestros aplastados cuerpos contra el suelo y sentir sensaciones reservadas para los pájaros, notar como el aire fluye sobre nuestra piel a más de doscientos cincuenta kilómetros por hora era algo que solamente podían sentir los halcones.

Si nos pica la curiosidad hoy todos lo tenemos al alcance de la mano; desde los más pequeños, pasando por los jóvenes y ¡hasta los mayores de la familia! El Centro de Paracaidismo Lillo, próximo a Madrid, nos ofrece la posibilidad de entrar en este fantástico mundo de la mano de su magnífico plantel de profesionales del paracaidismo.

Una primera puerta de entrada puede ser un salto en Tándem, en el que un instructor lleva unido a él al pasajero saltando desde cuatro mil metros y tras hacer una caída libre de un minuto, abrir el paracaídas a mil quinientos metros, volar en el silencio y aterrizar con total seguridad.



Para el quiera sensaciones más intensas desde el primer momento está el Curso de Caída Libre Acelerado en el que en unos cinco días de actividad y siete saltos que dura el curso, aprende a saltar con sus instructores y a partir de ese momento ya puede seguir practicando paracaidismo él solo.

Este plan de fin de semana está al alcance de todos; tan fácil como hacer una llamada de teléfono para coger entradas de cine es hacer la reserva de un salto en tandem. Ésta es incluso una opción diferente para tus vacaciones: aprender a saltar.

El Centro de Paracaidismo Lillo es una de las escuelas más modernas de Europa, con gran prestigio internacional por la profesionalidad de sus instructores y los magníficos medios aéreos de que dispone. Esto está avalado por la gran afluencia de paracaidistas europeos que recibe constantemente así como alumnos que desean aprender con sus instructores.


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